Hacer música va más allá de ejecutar las notas de una partitura. El interprete debe sentir y hacer sentir a los oyentes la emoción que se esconde más allá de los signos musicales. Ciertos elementos ayudan a la hora de interpretar una partitura, algunos son:
- Los matices.
- El tempo.
- El carácter.
- La acentuación.
- La articulación.
La intensidad o fuerza se expresa por medio de los matices y de los reguladores.
Los matices: Son términos italianos, cuya abreviatura se escribe debajo del pentagrama para indicar el grado de intensidad con que debe interpretarse la obra. Se mantiene el mismo matiz hasta que aparece el siguiente.
Los reguladores: Son unos ángulos que se abren o se cierran gradualmente para indicar un aumento o disminución progresiva de la intensidad. Son equivalentes a las expresiones italianas crescendo y disminuendo.
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